Ajuste más inflación: un golpe fuerte al nivel de vida

Mientras el gobierno no logra contener la inflación se consolida el déficit gemelo: se importa más de lo que se exporta y se gasta más de lo que ingresa.
En medio de la euforia por un supuesto boom del consumo, que en realidad fue de apenas un 0,4% anual, el Indec publicó que la inflación de septiembre se disparó a casi el 2%. Después de tanta quita de subsidios y sus consecuentes tarifazos, de tanta beligerancia contra los docentes en las paritarias, de tanta suba de tasa de interés de los créditos que afectan a las PyMEs, resulta que en el tramo final del año, la inflación sigue para arriba, que es como decir que los precios no paran de trepar. En suma, no la pueden controlar. Cuando creen que baja, sube.
El reciente aumento de las naftas (sólo un día después de las elecciones) y los próximos de luz, gas, transporte, monotributo y prepagas también van a pegar en la vida de la mayoría de los ciudadanos. Otra cuestión insoslayable en materia de impacto social es el deterioro sufrido por las jubilaciones y la AUH, que perdieron 7,3% de poder adquisitivo en el año. El gobierno argumenta que las suben, pero su crecimiento es menor que la inflación y más tardío. Lo concretan cuando ya pasaron medio año por debajo de lo que corresponde. ¿Cuánto es medio año para un jubilado? Obviamente muchísimo.