La decisión de estirar aún más los plazos de pago de los permisos de importación (SIRAs) en el caso de algunos sectores y empresas (como el automotriz, por ejemplo) denota la imperiosa necesidad que tiene el Gobierno de administrar lo mejor posible los pocos dólares que le quedan para los próximos meses. No parece haber otra alternativa, a pesar de que esa necesidad atenta contra el combate de la inflación, que este mes volverá a jugarle una mala pasada, anticipan los privados.
Pero, ¿quién sabe a cuánto cotizará el dólar oficial en tres, seis y hasta luego del cambio de Gobierno? Todas las SIRAs que la Secretaría de Comercio aprueba hoy con un plazo de 180 días o más ya serán materia de resolución de la nueva gestión, de la que se espera avance con una devaluación más brusca que la actual ni bien asuma. ¿Ese escenario podría suceder antes? También es probable, más aún si se tiene en cuenta que la situación de las reservas es cada vez más compleja, salvo que aparezcan los dólares del FMI o de China, o que se decida frenar la actividad restringiendo al máximo las importaciones.
“Las empresas se preguntan si podrán volver a acceder al dólar oficial cuando tengan que importar y a qué precio” (Manoukian)