La investigación judicial se abrió por la cuenta con U$S 1,2 millón que el ex subsecretario general de la Presidencia tenía en Andorra.
La fiscal federal Alejandra Mangano imputó y abrió este lunes la denuncia penal para que se investigue al ex subsecretario general de la Presidencia Valentín Díaz Gilligan por los supuestos delitos de omisión maliciosa de declaración jurada y lavado de activos por ocultar 1,2 millón de dólares en una cuenta en Andorra.
En un dictamen presentado ante el juez Claudio Bonadio, la fiscal pidió varias medidas, entre ellas que se requiera a la Oficina Anticorrupción las declaraciones juradas del ex funcionario, que se vio obligado a renunciar por el escándalo que suscitó la difusión de la noticia.
TwitearEse dinero permaneció en una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) a nombre de una sociedad, según reveló una investigación del diario El País.
La denuncia fue radicada por el diputado Rodolfo Tailhade ante la Cámara Federal porteña en los tribunales de Comodoro Py, y luego del sorteo, recayó en manos del juez Bonadio.
Según reseña la denuncia, Díaz Gilligan figuró ante el banco como representante de la empresa y accionista. Sin embargo, indicó que los fondos no eran suyos. La cuenta se abrió en 2012, cuando Díaz Gilligan era asesor del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Mauricio Macri. Y mantuvo su actividad, al menos, hasta diciembre de 2014, cuando el político llevaba un año como director general de Promoción Turística del Consistorio bonaerense.
Twitear“La cuenta estuvo a nombre de la empresa británica de intermediación de jugadores de fútbol Line Action. El cien por cien de esta firma pertenecía a la mercantil panameña Nashville North Inc”.
Según consignó El País “la cuenta de Line Action tenía en diciembre de 2014 un saldo de 1,2 millón de dólares. Y se nutría de transferencias de Uruguay de ‘clubs de fútbol’, según el banco. Díaz Gilligan es vocal del River Plate, de Primera División” .
En la denuncia se recordó que en su “defensa” el propio funcionario admitió que actuó como testaferro de un empresario con problemas fiscales y judiciales. Tampoco aclaró, según el denunciante, qué sucedió con el más de un millón de dólares que poseía según la información brindada por las autoridades de Andorra.