Un inglés de 32 años descubrió del peor modo qué ocurre cuando faltan la higiene y una buena alimentación.
Un hombre de Ashbourne, en el Reino Unido, tomaba hasta seis litros de gaseosa por día y se le pudrieron los dientes. Ahora usa una dentadura postiza.
Michael Sheridan, de 32 años, perdió 27 dientes debido a su adicción a las gaseosas, en especial la cola, que le dejó la boca a la miseria, informó el sitio The Sun.
Además de una mala alimentación, Sheridan desarrolló a lo largo de una década una aversión a lavarse los dientes y una fobia a los dentistas.
La combinación, obviamente, resultó explosiva. “Si podía elegir entre cepillarme los dientes o tomar gaseosa, tomaba la gaseosa“, explicó.