Rodrigo de Loredo, que estuvo al frente de Arsat los dos últimos años, admitió que no contaba con ningún tipo de experiencia que justificara su designación y señaló que entre los familiares con cargos “hay más acomodos que excepciones”.
Tras el decreto que firmó el presidente Mauricio Macri y que puso límites a la contratación de familiares de los ministros de la Nación en cargos públicos, comenzaron a sucederse una tras otras las renuncias dentro de las distintas dependencias del Estado que eran ocupadas por hermanos, esposas, yernos, nueras y demás familares de miembros del gabinete.
Tal es el caso de Rodrigo de Loredo, yerno del ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad y que había sido desinado, apenas asumió el gobierno de Cambiemos en diciembre de 2015, como presidente de Arsat.
De Loredo presentó su renuncia y desarmó los argumentos que hasta el momento el oficialismo había esgrimido para justificar los evidentes casos de nepotismo en el Estado. En declaraciones radiales el ahora ex funcionario admitió: “No tenía ningún tipo de experiencia en materia de ingeniería de telecomunicaciones o vinculada a una empresa de telecomunicaciones”.
De Loredo estuvo durante los dos últimos años a cargo de la empresa estatal de operación y comercialización de las posiciones geoestacionarias del país sin contar con ningún tipo de experiencia en la materia.
“En las designaciones de familiares hay más acomodos que excepciones” admitió y agregó “habrá excepciones, habrá justos que paguen por pecadores, algunos dicen que puede ser ese mi caso”.