El clásico platense tuvo de todo afuera de la cancha, con un directivo y un jugador que terminaron detenidos. ¿Adentro?, nada. 0 a 0 imposible para los ojos. Ahora, Marcos Rojo hizo lo suyo para que la mecha no se apague.
Este sábado se enfrentaron Gimnasia y Estudiantes en el Bosque y, si bien se esperaba un clásico platense con emociones y goles, no pasó nada. El partido terminó empatado en 0 y los equipos casi ni llegaron a los arcos.
Sin embargo, afuera de la cancha la cosa sí estuvo movida. Antes de que comenzara el partido, el vicepresidente de Gimnasia fue detenido por la Policía cuando intentaba hacer ingresar a un grupo de socios al estadio.
Es que el dirigente desobedeció la orden de no dejar entrar a más personas, ya que la cancha estaba colapsada.
Después, tras el partido para el olvido, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) detuvo a Carlo Lattanzio, jugador de Estudiantes de La Plata, por los gestos que hizo desde el micro en el que llegaba el equipo, cuando con sus manos le recordó a la hinchada de Gimnasia el inolvidable 7 a 0.
Como si faltara poco para que el clásico siguiera levantando temperatura después de haberse jugado, el ex Pincha Marcos Rojo subió una foto a las redes sociales para mostrar el mal trato que recibió en uno de esos partidos por la gente de Gimnasia.
Antes, el aquero del León Mariano Andújar, con las pulsaciones a mil, lanzó: “Acá no perdemos más”.