Primero, los perros de un baqueano de la zona de El Bolsón encontraron un cráneo. Tras una serie de rastrillajes, a 200 metros apareció otra parte del cuerpo y el macabro hallazgo se convirtió en un misterio que el ADN resolvió en parte, porque el horror y el desconcierto rondan hoy la muerte de un turista portugués que había desaparecido el 12 de junio.
Lo que sucedió con Nelson Moreira da Silva (35) nadie lo sabe, pero los investigadores intentan reconstruir la historia de este portugués radicado en Francia que hacía largo tiempo que tenía planificado viajar a la Patagonia y, especialmente, a El Bolsón.