El presidente de Estados Unidos Donald Trump y su mayoría republicana en el Congreso lanzaron el miércoles su largamente prometida reforma fiscal con rebajas a los impuestos de empresas y particulares.
Esperado desde hace meses, el texto divulgado revela grandes líneas de la reforma pero deja varios asuntos delicados para discutir y negociar.
“Mi proyecto se centra en los trabajadores, en los empleos”, dijo Trump rumbo a Indiana desde donde hablará sobre esa iniciativa que fue una de la principales promesas de su campaña hacia las elecciones de noviembre pasado.
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El impuesto a los ingresos de las personas sería reducido y sería menos progresivo al pasar de siete franjas de imposición a solo tres y con una tasa máxima de 35% en vez de la actual de 36,9%. Eventualmente se incluiría otra franja para los más ricos pero esa propuesta es aún vaga.
El impuesto a las sociedades bajaría de 35% a 20% lo que lo deja por debajo del promedio de 22,5% de los países industrializados, dice el texto.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, acompañado de otros legisladores republicanos, dijo que la meta de la reforma fiscal es que “los estadounidenses reciban el nuevo año con un nuevo sistema” fiscal.
“Es ahora o nunca”, dijo y recordó la última reforma tributaria de gran porte fue en 1986 durante la presidencia del también republicano Ronald Reagan.
Trump prometió convertir a Estados Unidos en el país desarrollado con menor carga fiscal para las empresas.