Con su habitual poderío en ataque y una manito del árbitro holandés Björn Kuipers, Real Madrid se hizo fuerte en Alemania y derrotó 3 a 1 a Borussia Dortmund en un partido correspondiente a la segunda fecha del grupo H de la Liga de Campeones de Europa.
Iban 13 minutos cuando el Dortmund llegó a fondo y estuvo a punto de abrir el marcador. Sergio Ramos rechazó una pelota que tenía destino inexorable de gol y la pelota después dio en su brazo, bien abierto del cuerpo. De acuerdo a la nueva recomendación de la FIFA, era penal, pero el árbitro dejó seguir y se mantuvo el marcador en cero.