El jueves por la noche, la periodista sueca Kim Wall, de 30 años, abordó el submarino UC3 Nautilus en Refshaleoen, una zona portuaria en Copenhague, Dinamarca, junto al propietario de la nave, Peter Madsen.
Wall había estado escribiendo sobre Madsen y su submarino, construido con fondos reunidos a través de una campaña de crowdfunding y que, según su dueño, fue la embarcación privada más grande de su tipo.
Pero la embarcación se hundió el viernes y hasta el momento no se sabe nada de la periodista, que ha escrito para el The New York Times, The Guardian, Vice Magazine y el South China Morning Post.
Las autoridades cren que el Nautilus fue hundido deliberadamente.