Como siempre, cada vez que aparecen nuevos teléfonos de Apple hay expertos que se encargan de hacerlos pasar por pruebas de resistencia. Lo sumergen en agua, golpean y ven hasta cuánto aguantan los dispositivos.
En este caso la periodista Vanessa Hand Orellana, del medio estadounidense CNET, hizo la prueba de la caída y el dispositivo se rompió a la primera.
La experta dejó caer el teléfono desde 0.9 metros, que es alrededor de la altura promedio a la que se encuentran los bolsillos de una persona y el resultado fue devastador.