La infancia de Abel Ayala (29) fue muy dura, y su vida un ejemplo de superación si se tiene en cuenta sus orígenes hasta su presente como actor de El Maestro. El artista que interpreta al boxeador novio de Carla Quevedo en la ficción de eltrece vivió en situación de calle, pasó por un hogar de chicos carenciados, y todo comenzó a mejorar cuando a sus 12 años el director Juan Carlos Desanzo lo eligió para que protagonizara El Polaquito en cine.
Tras tener roles destacados en Sos mi hombre y El Marginal en televisión, o Permitidos y la biopic Francisco – El padre Jorge, Abel repasó su camino al éxito. “Soy un pibe que tuvo suerte y ganas de crecer. Siempre quise estar mejor, no sé por qué… porque el ejemplo que viene por herencia no tiene que ver con la prosperidad. Hasta mis 7 años, mi mamá era mi hermana. Me la vendieron como mi hermana. A mi papá no lo conozco, no sé quién es. Y mamá murió de cáncer de mama hace tres años”, confesó en una nota con la revista Paparazzi.
Sin avergonzarse de su historia, el padre de Paloma (4) y Amanda (2) continuó: “Mis abuelos son muy pobres, pero es muy típico en personas que vienen arrastrando la pobreza de generaciones anteriores. Nadie me daba bola, vivía prácticamente en la calle. A los 9 años decidí irme de Berazategui, de la casa de mi abuela, para no volver más. Me hubiera encantado tener una familia que me proporcionara todo lo que necesitaba, pero no fue así y no estaba bien en mi casa. No había comida, dormía en el piso. Es tremendo el sufrimiento que cargás por no llevar una vida digna”.