Gran Bretaña abandonará su actual aplicación para rastreo de coronavirus y la reemplazará por otra basada en tecnología suministrada por Google y Apple.
La app oficial estaba en fase de pruebas en la Isla de Wight y se esperaba que fuese lanzada en el resto del país más adelante. Pero el programa, previamente promovido como un pilar fundamental de la respuesta británica a la pandemia, se ha visto retrasada.
El miércoles, el funcionario a cargo de la aplicación dijo que pudiera no estar lista antes del invierno y que esa no es la prioridad en estos momentos.