La selección cae goleada (13-6) ante la imponente Estados Unidos, aunque su regeneración apunta buenas maneras
Las ‘guerreras’ mostraron carácter y valentía a pesar de ir siempre por detrás en el marcador
Hay bofetadas que son caricias, derrotas que son victorias y desilusiones que son satisfacciones. Cierto, España perdió por goleada ante Estados Unidos (13-6) en la final del Mundial. No hay discusión posible, es la dura realidad. Pero tan verídico es eso como que la selección puede sentirse bien orgullosa. Las guerreras regresaron a la gloria después de tres años buscándose, y en la misma piscina donde ganaron su última medalla tras cerrar un ciclo sensacional, recuperaron sus señas de identidad. No hay nada que reprochar.
Cuando se mira a los ojos al apocalipsis, todo es posible.