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Mauricio Macri y sus líderes parlamentarios están dispuestos a facilitar el tratamiento de las siete leyes que prepara Alberto Fernández para apuntalar las primeras medidas sociales, económicas y financieras de su gobierno. Pero ese apoyo institucional y político no es a libro cerrado y se ejecutará revisando cada uno de los proyectos que envíe Fernández a la mesa de entrada de la Cámara baja.
Macri no quiere que Diputados y el Senado se transformen en una “escribanía” que legalice un ampliación extraordinaria de las facultades ya asignadas al Poder Ejecutivo.
Sergio Massa será presidente de la Cámara Baja y es amigo personal de Cristian Ritondo, el futuro jefe de bloque del PRO. Como Massa y Ritondo aún no tienen despacho en el Congreso, los dos se encontraron anoche en las oficinas que el exjefe de Gabinete tiene a pocas cuadras de la estación Retiro. La reunión duró treinta minutos y Ritondo adelantó que hay predisposición para acompañar las iniciativas de Fernández, pero que eso no implica levantar la mano en el recinto sin revisar los textos o proponer reformas.