Hay mucho enojo entre los periodistas de la revista Pronto al ver a Eduardo Lerner, al dueño del medio en la puerta de su lujoso departamento de Palermo, el Leparc en el que un departamento de 4 ambientes está valuado en 5 millones de dólares, repartiendo comida como delivery.
“En sus ratos libres juega a ser pobre”, dice uno de los empleados de la revista que el mismo Lerner puso al borde de la desaparición echándole la culpa a la crisis económica y dejando sin empleo a muchos.