“Hoy hubiese cobrado lo mismo que en aquella final”, dice Codesal
Final de Italia 1990. La Alemania de Andreas Brehme, Lottar Matthaus y Jürgen Klinsmann contra la Argentina de Diego Maradona. Una nueva oportunidad para los teutones, que cuatro años antes, en el estadio azteca, habían sufrido al equipo de Carlos Salvador Bilardo. Sin embargo, un nombre por fuera de los protagonistas quedó grabado junto a aquella definición: el de Edgardo Codesal.
Uruguayo de nacimiento, con un abuelo argentino, naturalizado mexicano y médico de profesión, fue a seis minutos del final cuando tomó la decisión que 30 años después se sigue debatiendo. Con Argentina jugando con un hombre menos por la expulsión de Pedro Damián Monzón, Rudi Völler ingresó en el área y Roberto Sensini, en su afán de disputarle el balón, buscó evitar que se posicionara para rematar. El delantero alemán se trastabilló y se dejó caer.
El juez vio penal, que Andreas Brehme cambió por gol, a pesar de tener a Goycochea, un especialista en atajar remates desde los 12 pasos, como duro contendiente.
Mi tarea en la Conmebol me dio la oportunidad de conversar con Codesal en varias oportunidades. En un nuevo aniversario de aquella definición, atiende amablemente el teléfono y se dispone al debate, firme en sus convicciones.
“El defensor no toca el balón aunque intenta jugarlo, y con el muslo lo contacta adelante y con el antebrazo sobre la cintura, haciéndolo caer”, es su explicación sobre la jugada más controvertida del duelo, con la distancia como aliado