Son los “limpiadores” de los rincones más oscuros de la red. Valoran qué se queda y qué se borra de la web antes de que tú lo veas.
Su trabajo consiste en navegar a través del contenido en línea más violento, perturbador, polémico y controvertido.
A veces se trata de videos de radicales violentos. Otras veces es propaganda política. También hay imágenes de personas que se autolesionan y todo tipo de pornografía infantil.
“Sin nosotros, internet sería un caos“, escribe uno de los “limpiadores” en un email desde Filipinas.