Gracias a una nueva y asombrosa técnica, los pacientes con alteraciones del sueño podrían ser estudiados en su propia vivienda, y de modo no intrusivo, usando señales inalámbricas.
Muchas personas en el mundo padecen alteraciones del sueño. Solo en Estados Unidos la cantidad de afectados llega a los 50 millones. Ciertas enfermedades, como el Mal de Parkinson y el de Alzheimer, pueden también alterar el sueño. Diagnosticar y monitorizar estos trastornos del sueño precisa normalmente la colocación de electrodos y diversos sensores especiales en los pacientes, lo que puede alterar aún más su sueño y hacer por tanto poco fiables los resultados de esas observaciones.