La multinacional amenazó con desactivar inversiones por mil millones de dólares y dejar de comprar jugos a productores citrícolas por otros 250 millones.
El Gobierno sigue encontrando rechazos a su plan de reformas, que incluyen cambios en materia impositiva, laboral y previsional. Luego de que diera marcha atrás con el impuesto a los vinos, el champagne y las cervezas, ahora la queja es de los productores de bebidas azucaradas.
Según pudo confirmar ámbito.com, la multinacional Coca-Cola evalúa frenar inversiones por unos u$s 1.000 millones en la Argentina y dejar de comprar jugos a productores citrícolas por unos u$s 250 millones ante los nuevos tributos que busca imponerle el presidente Mauricio Macri.
TwitearLa empresa analizó este viernes por la mañana la situación a raíz del anuncio del Gobierno de que las bebidas con azúcar agregada tendrán que pagar una alícuota del 17% cuando se sancione la reforma tributaria que está a punto de aterrizar en el Congreso. Los lineamientos fueron anticipados la semana pasada por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Las empresas productoras de bebidas azucaradas entienden que próximamente habrá un brusco cambio en las reglas de juego, por lo que ya empezaron a rediseñar sus planes de negocios en la Argentina, por lo que podría haber un fuerte impacto en la producción frutícola.
En ese marco es que Coca-Cola está evaluando dejar de comprar jugo concentrado en la Argentina. El año pasado adquirió producción por un equivalente a u$s 250 millones, lo que representa un 80% para exportación.