Matías tenía 8 años. Falleció cinco días después de la cirugía. “Me lo devolvieron en un cajón”, dijo la madre del menor.
El pequeño tenía una cirugía de amígdalas programada y al salir del quirófano el nene comenzó a gritar mientras aseguraba que no veía. El cuadro del niño se complicó y a los pocos días falleció.
“Entró riéndose a la cirugía, diciéndome que lo espere con helado. Me lo devolvieron en un cajón. Era todo para nosotros”, señaló María Luna, entre lágrimas. Su único hijo, Matías Juárez, de ocho años, murió el año pasado luego de ser operado de amígdalas. Esta semana se realizará la segunda junta médica del caso para determinar si hubo mala praxisdel cirujano.
Según le contó la madre del menor al diario La Gaceta, era una operación simple y programada que se realizó el 21 de octubre de 2016. Su hijo era un niño sano y eso había quedado demostrado en los análisis prequirúrgicos.
Cuando salió de la cirugía Luna aseguró que “lo veía bien y que salió gritando”. “Me decía ‘mamá ayudame, no puedo abrir los ojos’. Me apretaba las manos. La única respuesta que nos daban era que iba a quedar en terapia para un mayor cuidado. Les pedí a los médicos que le hicieran una tomografía pero me dijeron que no hacía falta. Algunas horas después empezó a tener hemorragias por la boca y la nariz”, dijo la mujer.