Hay gente a la que no le queda más remedio que trabajar horas extra.
En Japón, este fenómeno es tan común que existe incluso un término para denominar la muerte de algunos por exceso de trabajo, que se conoce como “karoshi”.
Ahora, una empresa japonesa propone acabar con las horas extras con un método muy peculiar: forzando al personal a que abandone la oficina.
Y ¿cómo lo van a hacet? Un dron recorrerá las salas de la compañía haciendo sonar con volumen alto la típica canción de origen escocés Auld Lang Syne, que se usa comúnmente en Japón para anunciar que los establecimientos están a punto de cerrar.
T-Frend será el nombre del aparato no tripulado y provisto de una cámara que supervisará a quienes pretendan quedarse haciendo horas de más una vez acabado su horario.
