Mientras en muchas compañías a nivel local el home office está bajo la lupa, Twitter se manifestó de manera tajante al respecto: ya ha dicho a sus empleados que no hace falta que regresen jamás a la oficina.
Google y Facebook van en la misma sintonía que la firma del pajarito celeste. La red social de Mark Zuckerberg, por ejemplo, quiere que la mitad de los suyos trabajen desde casa en 10 años.
Esta claro: el Covid-19 ha acelerado el empleo remoto en Silicon Valley, lo que, a su vez, amenaza la existencia misma del clúster tecnológico.
Hasta hace solo unos meses -antes de la pandemia- tener una oficina en San Francisco, San José o alguna de las poblaciones aledañas era casi un requisito para cualquier empresa tecnológica estadounidense e, incluso, de otros países, puesto que ello demostraba estatus y abría puertas tanto de talento como financieras.