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Sergio “Checo” Pérez Mendoza ha dedicado toda su vida al automovilismo. Desde sus inicios cuando niño en Guadalajara, Jalisco, pasando por la necesidad de dejar su casa a los 14 años para poder competir al más alto nivel en Europa, hasta ahora, que se encuentra en su novena temporada en Fórmula 1 y por correr su quinto Gran Premio de México.
Pérez Mendoza finalizó séptimo en las temporadas 2016 y 2017, sus dos mejores años en el Campeonato Mundial de Pilotos de la máxima categoría. Pero ni eso, ni mucho menos los ocho podios que acumula a lo largo de su carrera lo han hecho tan feliz como el haber formado una familia y mantenerse vigente en un serial dividido entre las escuderías con poderío económico y el resto.
“Estoy en mi mejor momento, dentro y fuera de la Fórmula 1. en el auto, con el equipo -llevo seis años en el equipo- y la experiencia que tengo me ha dado la confianza de tener más tranquilidad y pensar que puedo dar más”, dijo el piloto de SportPesa Racing Point F1 Team en conferencia de prensa previa al GP de México. “Mi prioridad y máximo motor es mi familia, estamos muy contentos”.